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La evolución de las especies

A lo largo de la historia el ser humano siempre ha sentido cierto temor a lo nuevo, a los cambios que podían modificar su vida cotidiana. Desde la imprenta de Gutenberg hasta la desaparición del periódico en papel – que aún no hemos visto-, los cambios siempre parece que supondrán el fin del mundo tal y cómo conocemos. Y en algunos casos será hasta verdad, pero ¿por qué debería ser peor?

Darwin, en su obra “La evolución de las especies”, hablaba de que los individuos que sobrevivían eran aquellos que lograban adaptarse, ¿estamos entonces experimentando un retroceso? ¿no deberíamos aprovechar estos cambios y hacerlos nuestros? Es, al fin y al cabo, “adaptarse o morir”, y aunque parezca una exageración es la realidad a la que se enfrentan hoy las empresas. El consumidor cambia, igual que lo hace el entorno, si no sabemos darle lo que necesitan y demandan, nuestros clientes acudirán a otro. He aquí la terrible verdad. Nos enfrentamos, al fin y al cabo, a una gran infidelidad por parte del consumidor, más informado y exigente hoy de lo que ha sido nunca. Y no sólo pueden acudir a la competencia, sino que el boom del prosumidor es una importante tendencia ya implantada: si no encuentra lo que busca, será él mismo el que generará ese contenido haciendo uso de las facilidades que le dan las tecnologías.

Hoy, nos encontramos con la polémica del youtuber, usuarios que protagonizan canales de belleza, videojuegos, entretenimiento e incluso literatura, y con una amplia legión de seguidores. Continuamente vemos enfrentamientos entre medios y youtubers, en los que los primeros hacen una crítica – en algunos casos demoledora – de la profesión y los segundos utilizan su propio canal para responder y contraatacar al periodista en cuestión. No voy a meterme en ese enfrentamiento, pero sí voy a decir que no es para nada algo nuevo: ya pasó con los blogs hace unos años e incluso con las ediciones digitales de sus diarios. Sin embargo, tarde o temprano los medios acaban adoptando aquellas tendencias que primeramente criticaron, como sucede con la legión de blogueros que hoy acogen en sus diversas secciones.

Así pues, ¿nos encontramos ante una tendencia más, que pronto pasará a formar parte de sus contenidos? Hoy en día ya vemos programas con secciones dedicadas al fenómeno de Youtube, sin ir más lejos podemos mencionar el programa de “Los 40 Principales”, “Yu no te pierdas nada”, una radio televisada alojada en Internet, o el programa “Yutubers”, un programa de Vodafone Yu, que va ya por la tercera temporada, y que trae lo mejor de Youtube, Instagram, Facebook, Twitter y Vine a la televisión.

¿En qué reside el éxito de estos nuevos influencers? Quizás sea la posibilidad de ser tú quién decide suscribirse a los contenidos y no que el medio nos lo imponga, o quizás el hecho de ver al youtuber como alguien cercano y con quién puedes sentirte identificado, o tal vez el que estos usen las mismas plataformas que sus seguidores para mantenerse en contacto. Sea lo que sea, lo cierto es que algunos países se están poniendo las pilas, como Argentina que ha acogido en Buenos Aires la primera edición del “YouTube pop up space”, que tiene como objetivo nutrir el ecosistema de creadores y apoyarlos continuamente en su desarrollo. Desde la propia la plataforma Youtube incluso se afirma el potencial que tiene la figura del youtuber para poder convertirse en un empleo, al ser parte de una nueva industria, siendo pioneros en crear los contenidos del presente y el futuro.

A la vista de esto, debemos plantearnos la necesidad de adaptarnos a esta tendencia en nuestro país. Por favor, no veamos como amenaza aquello que puede suponer una oportunidad.

Susana Quirós

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